Un cuadro, Una Nariz y Un Psiquiatra
12:56:00.jpg)
El vino nos ofrece no solo historia y arte sino emociones y sensaciones que se producen mediante la ejercitación de los sentidos más valiosos en la fase de cata como son el olfato, gusto y vista. Por tanto vamos a reflexionar sobre la importancia en el vino de aspectos que le dan cierto valor inmaterial. Este cuadro que abordamos a continuación y que se titula “El psiquiatra” de Kurt Schwitters (Hannover, 1887-Ambleside, 1948), nos da pie para ello.
Nos podemos atrever a decir que nos sugiere una nariz, una nariz esquemáticamente dibujada, resultado del collage de diferentes materiales que casi evocan el aparato nasal por dentro y que a modo de radiografía pictórica nos invita a ponernos en relación con elmundo del vino y sus notas olfativas, ya que no hay vino que pudiera apreciarse sino va acompañado del sentido del olfato. Como casi todos saben, la apreciacion del vino se hacer por la via retronasal. El aroma del vino proporciona gran cantidad de información sobre la variedad de la uva, el sistema de elaboración, la calidad de esta, la edad del vino, etc. La sensibilidad del olfato es 10.000 veces superior a la del gusto. Los aromas del vino se clasifican en tres categorias: priamrios, secundadrios y terciarios. Los primarios son los propios de los aromas de la uva, los secundarios provienen de la fermentación alcohólica y los terciarios son los aromas adquiridos durante la crianza del vino, tanto en barrica como en botella.
Hay infinidad de sustancias volátiles en un vino. Es por ello que dentro de su volatilidad se pueda hablar de la intensidad. En ese se configura la finura que hace las virtudes o defectos de un vino. Cuando el vino es escanciado en una copa, se produce un equilibrio de reparto entre las moléculas volátiles en fase liquida y en fase gaseosa. La evaporación es fraccionada con el alcohol. En primer lugar se evaporan los olores más volátiles, los mas etéreos. Después, poco a poco, se van liberando los olores mas pesados, los más grasos. El aroma que percibimos es el primario, el que proviene del vidueño y del terruño que marcan el vino.
Si contemplamos esta obra, podremos observar que es una combinación de elementos orgánicos contrapuestos con otros inorgánicos o industriales. Schwitters recorría Hannover rescatando los objetos humildes y desechados por la sociedad para darles una nueva vida en otro contexto muy diferente: el territorio del artista. De modo que el resultado es una obra que asocia materiales artísticos –la pintura– con otros que no lo son, extraídos del mundo cotidiano. Su aspiración última, decía, era “la unión del arte y de no arte”. La suya era una concepción totalizadora de las artes, rompiendo las fronteras entre los lenguajes de la pintura, la escultura y la poesía.
Esta concepción totalizadora de las artes no nos choca hoy en día donde desde la gastronomía que es patrimonio cultural hasta la dieta mediterránea (patrimonio inmaterial) ponen en evidencia que el termino cultura viene a englobar todas las manifestaciones humanas posibles. Y hoy aquí lo que estamos trazando son los puentes de conexión del arte pictórico con el arte vinícola, arte desarrollado por la naturaleza y los hombres a través de los siglos.
En este cuadro (El psiquiatra) se aprecia la característica común de las obras de este artista. En ésta, lo orgánico está evocado a través de un ticket, un lienzo claveteado que evoca el cuello de la camisa de un personaje, cuyo rostro es resaltado con bermellón en los labios y blanco en el perfil (algunos especialistas han querido ver los rasgos del propio artista). Estos elementos conviven con arandelas y telas metálicas, alambres o una moneda de dos peniques junto a la boca del personaje, que son fragmentos de productos industriales y urbanos. Todos ellos adquieren su pleno significado al formar un todo. Esta técnica, consistente en introducir elementos y materiales de diversa naturaleza, se denomina assemblage, que se trata de una versión radicalizada del collage, la técnica de construir, ensamblar materiales heterogéneos encontrados aquí y allá.
Y de alguna manera en el mundo del vino tambien se hace collage, pues los nuevos vinos de autor ensayan nuevos aromas con nuevas barricas y formulara para hacer envejecer el vino.
Decidicamente este cuadro y el mundo del vino estan muy conectados. Como curiosidad y para cerrar mi comentario sobre este cuadro, decir que las creaciones de este artista fueron calificadas por los nacionalsocialistas como “arte degenerado” y, por tanto, perseguidas. Schwitters huyó a Alemania en 1937, librándose así de un arresto inminente. Vivió el resto de su vida en Inglaterra, donde falleció en 1948.
Nos podemos atrever a decir que nos sugiere una nariz, una nariz esquemáticamente dibujada, resultado del collage de diferentes materiales que casi evocan el aparato nasal por dentro y que a modo de radiografía pictórica nos invita a ponernos en relación con elmundo del vino y sus notas olfativas, ya que no hay vino que pudiera apreciarse sino va acompañado del sentido del olfato. Como casi todos saben, la apreciacion del vino se hacer por la via retronasal. El aroma del vino proporciona gran cantidad de información sobre la variedad de la uva, el sistema de elaboración, la calidad de esta, la edad del vino, etc. La sensibilidad del olfato es 10.000 veces superior a la del gusto. Los aromas del vino se clasifican en tres categorias: priamrios, secundadrios y terciarios. Los primarios son los propios de los aromas de la uva, los secundarios provienen de la fermentación alcohólica y los terciarios son los aromas adquiridos durante la crianza del vino, tanto en barrica como en botella.
Hay infinidad de sustancias volátiles en un vino. Es por ello que dentro de su volatilidad se pueda hablar de la intensidad. En ese se configura la finura que hace las virtudes o defectos de un vino. Cuando el vino es escanciado en una copa, se produce un equilibrio de reparto entre las moléculas volátiles en fase liquida y en fase gaseosa. La evaporación es fraccionada con el alcohol. En primer lugar se evaporan los olores más volátiles, los mas etéreos. Después, poco a poco, se van liberando los olores mas pesados, los más grasos. El aroma que percibimos es el primario, el que proviene del vidueño y del terruño que marcan el vino.
Si contemplamos esta obra, podremos observar que es una combinación de elementos orgánicos contrapuestos con otros inorgánicos o industriales. Schwitters recorría Hannover rescatando los objetos humildes y desechados por la sociedad para darles una nueva vida en otro contexto muy diferente: el territorio del artista. De modo que el resultado es una obra que asocia materiales artísticos –la pintura– con otros que no lo son, extraídos del mundo cotidiano. Su aspiración última, decía, era “la unión del arte y de no arte”. La suya era una concepción totalizadora de las artes, rompiendo las fronteras entre los lenguajes de la pintura, la escultura y la poesía.
Esta concepción totalizadora de las artes no nos choca hoy en día donde desde la gastronomía que es patrimonio cultural hasta la dieta mediterránea (patrimonio inmaterial) ponen en evidencia que el termino cultura viene a englobar todas las manifestaciones humanas posibles. Y hoy aquí lo que estamos trazando son los puentes de conexión del arte pictórico con el arte vinícola, arte desarrollado por la naturaleza y los hombres a través de los siglos.
Y de alguna manera en el mundo del vino tambien se hace collage, pues los nuevos vinos de autor ensayan nuevos aromas con nuevas barricas y formulara para hacer envejecer el vino.
Decidicamente este cuadro y el mundo del vino estan muy conectados. Como curiosidad y para cerrar mi comentario sobre este cuadro, decir que las creaciones de este artista fueron calificadas por los nacionalsocialistas como “arte degenerado” y, por tanto, perseguidas. Schwitters huyó a Alemania en 1937, librándose así de un arresto inminente. Vivió el resto de su vida en Inglaterra, donde falleció en 1948.
%2BStill%2BLife%2Bb.jpg)
0 comentarios