Maria Blanchard nació 6 de marzo de 1881 en Santander. Su padre era director del periódico El Atlántico y su madre era de ascendencia polaca y francesa. María adoptó el apellido Blanchard de su abuelo materno.

María nace con una deformidad resultante de una cifoscoliosis con doble desviación de columna que condicionará desde su nacimiento su destino y la obsesión por su trabajo Maria era jorobada. Esa deformidad hace que odie las fotos y por tanto existen muy pocas de ella. 

Don Ramón Gómez de la Serna la describe como “Menudita, con su pelo castaño despeinado con su mirada de niña, mirada susurrante de pájaro con triste alegría". Algunas de las palabras de María: "no tengo talento, lo que hago lo hago sólo con mucho trabajo" o "cambiaría toda mi obra... por un poco de belleza", reflejan su propia opinión sobre su físico y su obra. 

La educación familiar culta y refinada, junto con su talento innato para el dibujo y la pintura, la  encaminan a cursar estudios de arte en Madrid. Gracias a sus excelentes trabajos recibe una beca para continuar sus estudios en Paris. Y allí encuentra la libertad creadora y física. Matriculada en la academia de pintura Vitti, recibe enseñanzas del pintor español Anglada Camarasa y traba amistad con el pintor mejicano Diego Rivera. Años más tarde compartirá casa con la artista rusa Maria Vassilief. Gracias a ella conoce el nuevo estilo que triunfa: el cubismo. Su vida transcurre entre un trabajo intenso, frenético, exposiciones, algunos premios y como siempre su amistad con otros artistas como Juan Gris. 

Su estancia en Paris es casi permanente durante su vida aunque vuelve a España en varias ocasiones donde no consigue sentirse a gusto. La vida de Maria transcurre entre una incesante actividad artística, premios y una apretada situación económica de la cual nunca consigue salir: ´"Si vivo voy a pintar muchas flores", fueron sus últimas palabras de deseo artístico. Muere el cinco de Abril de 1932 en Paris. El artículo que aparece en L´Intransigeant, resume toda una vida: "La artista española, ha muerto anoche, después de una dolorosa enfermedad. El sitio que ocupaba en el arte contemporáneo era preponderante. Su arte, poderoso, hecho de misticismo y de un amor apasionado por la profesión, quedará como uno de los auténticos artistas y más significativos de nuestra época. Su vida de reclusa y enferma, había por otro lado contribuido a desarrollar y a agudizar singularmente una de las más bellas inteligencias de ese tiempo".