España esta llena de pequeños pueblos con historia y encanto. Medina Sidonia (Cádiz) es uno de esos pueblos que desde lo alto de un valle corona un paisaje que invita a tocar el mar.

Con 3.000 años de antigüedad y galardonada con el premio al Embellecimiento de los Pueblos Andaluces, es declarada Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural en el año 2001. 

Los que viven en Medina dicen que su temporada alta es el invierno. En esta época los turistas acuden tanto a comer como a comprar sus dulces almendrados como amarguillos y alfajores. Pastelerías como  Alameda ofrecen una variedad tal de dulces que uno no sabe por cual decidirse.

Medina no es solo dulce... pues cuenta con una gran variedad de tascas, mesones y restaurantes que ofrecen vinos de la zona, tapas típicas,  queso de la región etc. Merece la pena destacar el restaurante El Duque por la calidad de una excelente cocina tradicional amenizada con platos creativos de gran calidad. Además de un excelente servicio en sala, quedé encantada con el estofado de rabo de toro muy tradicional e impecablemente cocinado así como de otra versión más moderna del rabo pero esta vez como relleno de una riquísima pasta servida con una salsa ligerísima que destacaba el sabor profundo y contundente de esta carne. Un acierto ambas versiones sin duda. Mis felicitaciones al Duque.

Me han dicho que en primavera Medina abre sus patios, casonas y monumentos al público para que puedan visitarse en horario continuado. Estoy segura de que si tengo ocasión de volver, voy a encontrar maravillas de las que disfrutar como las que os he comentado hoy.