Inspirada por este cuadro del Museo Pera en Estambul, un cuadro lleno de encanto oriental, me he puesto a investigar como sería una degustacion perfecta. Al final he encontrado este pequeño protocolo elaborado por la federación de cafeteros (www.federaciondecafeteros.org) y que me recuerda también  a los protocolos elaborados para los puristas del té.

Le invitamos a que junto a una taza de café haga una corta pausa para degustar a conciencia esa legendaria tradición; enfoque su mente en la bebida que tiene en sus manos, y tras una lenta y larga inhalación de los aromas que deambulan sobre la taza, permita que esos fantasmas traigan a su memoria los recuerdos de olores que fueron fijados en su inconsciente hace eternidades y que le traen imágenes de flores, miel o pan fresco.

Un buen café puede tener más de 800 compuestos que en mayor o menor medida aportan cualidades, dándole ese toque especial que determina su calidad dependiendo del origen y grado de tueste. En Buencafé hay un grupo de profesionales expertos en catación de café que son esenciales para la excelencia de la bebida. Usted puede aprender y experimentar algo del lenguaje particular que se suele usar en la catación profesional para darle un toque sofisticado a su deliciosa experiencia de degustación. 

Tome un trago suficiente para cubrir los terminales sensoriales y no tema retenerlo un momento en su boca para darse la oportunidad de detectar, por encima del suave amargo de fondo, ligeros sabores cítricos y el balance de un lejano dulce. Si permite pasar algo de aire podrá tener una percepción retronasal que aporta la mayor variedad de sensaciones aromáticas incluyendo tal vez herbales, chocolate o floral.

El tacto con la lengua también aporta importantes sensaciones de textura con base en los aceites y sólidos disueltos, no en vano una de las principales características de la bebida es su “cuerpo”, que puede ir desde ligero hasta completo, pasando por cremoso. Otra importante característica del café es el remanente de sabor que permanece en la boca, evocando las notas más significativas pero ya lejanas.

El café nos ofrece una oportunidad para interiorizar nuestros pensamientos y suspender en el tiempo, un instante de armonía. Usted puede marcar una gran diferencia entre tomar una taza de café, y degustar un minúsculo universo de delicadas sensaciones.

Bueno creo que para especialistas del café, este será posiblemente el proceso pero hay un gran número de personas que lo beben a toda prisa por las mañanas y lo disfrutan igualmente ¿verdad?...