Un vino azul puede resultar exótico y apetecible de beber si se buscan nuevas sensaciones. Sin duda es una creación original que busca acercarse a un público joven que busca vinos menos formales. Elaborado con uvas de diferentes bodegas y teñido de azul,  ofrece un sabor y olor afrutados.

Su color azul se consigue a través de procesos tecnológicos de pigmentación de la uva. Esta tecnología ha sido desarrollada por el equipo de I+D de Gïk en colaboración con la Facultad de Ingeniería de la UPV-EHU y empresas del sector de la tecnología agroalimentaria. Sus creadores lo definen como suave y apto para todo tipo de paladar. Se me olvidaba decir que su precio es algo elevado, diez euros. Solo resta animarse a probarlo, venden a través de su web www.gikblue.es.