Uno de los temas que más nos fascinan hoy es saber que comían nuestros antepasados. Gracias a  la labor de historiadores y arqueólogos tenemos conocimiento de un producto alimenticio muy apreciado en la antigüedad: el Garum romano.

El Garum es una salsa elaborada con pescado y vísceras fermentadas del mismo. El mejor Garum se producía en la ciudad de Cartagena y de ahí se exportaba a otros puntos del mediterráneo. En su preparación se empleaban boquerones y sardinas con un tamaño de entre diez y doce centímetros de media, así como otros pescados como caballa y atún.

Se han realizado muchos trabajos arqueológicos que han intentado descifrar los ingredientes de este preparado. Investigadores de varias áreas de las Universidades de Cadiz y Sevilla, han trabajado en un proyecto que por una parte ha investigado la literatura existente para conocer los secretos así como los pasos de su proceso de elaboración y por otro ha reproducido la formula  original con precisión para lograr un Garum como el de los romanos. Los artífices de este proyecto son el profesor Victor Palacio y Dario Bernal Casasola.

Una vez logrado el garum ¿por qué no comercializar esta salsa?. Justamente en este punto se encuentran los investigadores ya que buscan financiación para llevar esta salsa a tiendas y restaurantes. Al proyecto se ha unido también el chef  Manuel Barreriro que investiga sus usos en cocina y ensaya platos actuales con salsa Garum. Haciéndose  eco de la importancia de estas investigaciones, la Universidad de Cádiz ha programado en sus cursos de verano, uno dedicado en exclusiva al Garum romano: Historia, Arqueología y Gastronomía.
Creo que muy pronto veremos el Garum en las estanterias de nuestros supermercados  y entonces podremos decir no que "comemos como romanos" sino que "cocinamos como ellos".