Perrachica es uno de esos restaurantes que se ponen de moda en Madrid y en los que resulta casi imposible reservar. Después de varias intentonas y mediante la reserva online, conseguí mesa para ocho personas justo el día de los Inocentes, el 28 de diciembre.  Se encuentra situado en una zona que me encanta, en la calle Eloy Gonzalo junto a la glorieta de Quevedo.

Más de 900m² tiene este restaurante situado en el castizo barrio de Chamberí y decorado al más puro estilo industrial-colonial. En lo que un día fue un banco, creo que recordar  que tambien fue el local de la Tabacalera Altadis,  este espacio te transporta en el tiempo a través de rincones que van desde la zona más clásica o unas cajas de seguridad, hasta una zona de mercado-café. Cualquier espacio de este inmenso loft es atractivo. Situada mi mesa en la zona alta del restaurante, una zona decorada como una biblioteca con estanterías llenas de libros, pudimos disfrutar de la carta y del servicio que fue muy rápido y atento,  cosa nada fácil en Navidades. Me gustó la carta pues hay un poco de todo..., el cachopo asturiano estaba exquisito y los postres igual. De los ocho que cenamos, todos coincidimos en que merece la pena volver y probar algo mas de su carta. Perrachica esta de moda y no me extraña, tiene algo que te apetece volver.