Me gusta la sidra como bebida que puede acompañar cualquier comida. Me fascina su sabor a manzana, sus burbujas y el aroma que desprende cuando se sirve. También me sorprenden la cantidad de recetas que hay para incorporar esta bebida como elemento esencial de un plato, recuerdo por ejemplo los escalopines a la sidra. En esta ocasión no quiero hablar de recetas sino del Museo de la Sidra que puede visitarse en Asturias, concretamente en Villa de Nava. Un museo que no se presenta como un museo tradicional, este exige que el visitante participe activamente

Así, mediante un sistema expositivo envolvente se pretende transmitir toda la información posible con respecto a la producción, consumo e historia de la sidra. Se recorre el museo a la vez que se avanza paralelamente en el ciclo de la sidra. El museo recrea un lagar con sus utensilios, herramientas, peculiaridades y máquinas utilizadas para la elaboración de esta especial bebida.

Me gusta recomendar visitar estos museos porque nos recuerdan como se ha trabajado en el pasado un producto de calidad que hoy esta al alcance de todos.