Tuve la suerte de conocer el antiguo cine Carlos III situado en la plaza de Colon de Madrid. Me gustaba porque era de esos viejos cines con platea y club donde ver las películas suponía una emoción acentuada por el espacio donde uno se encontraba. Con los años cerró y después de mucho tiempo renace de sus cenizas como centro multi gourmet donde uno puede encontrar las más delicadas delicatessen o comer en algunos de sus variados espacios: tapeo. vinos, japones, champán, ostras, coctelería etc.
Me gusta como han preservado el ambiente de un viejo cine, manteniendo las alturas y espacios abiertos que les suelen caracterizar. Encantadora la decoración, moderna, sugerente, envolvente y confortable. La oferta de establecimientos es enorme. Visitar Platea es una experiencia para regalar, regalarse y que te regalen momentos gastronómicos de calidad.
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