Hace años tuve la suerte de asistir a un encuentro con el fallecido Santi Santamaría en el Hotel Hesperia de Madrid. Aquella cita con aficcionados a la gastronomia fue el vehículo utilizado por el chef para dar a conocer su filosofia en la cocina y en la vida. Debo decir que aquella experiencia me sirvió para comprender que es tan necesario conocer la obra como al creador pues este es el único que maneja las claves de su arte. Aquella experiencia fue inspiradora para mi. Años mas tarde he tenido ocasión de acudir al encuentro con Ángel León en el Parador  Nacional de Cadiz. Y debo decir que el milagro se ha obrado por segunda vez. El chef que se encontraba "en casa" mostraba su agrado y cercanía con los asistentes. Estableció un dialogo sincero, claro, fluido en el que creo no se dejó nada en el tintero. El mismo confesó sus equivocaciones y fracasos, demostrando que nadie tiene el don de  la infalibilidad.  Escuché frases que merecen ser citadas por el sentido y determinación que encierran:

" Soy un cocinero que quiere conseguir sus sueños, creo en ellos y no en las cosas imposibles"

"Esto de la cocina es una forma de vida y yo soy feliz dando de comer a la gente".

"Hubo muchas noches en que pensé en cerrar el restaurante, lo importante ha sido el factor ilusión".

Tanto si la cocina que el hace gusta o no,  crea adictos o no..., lo que me quedó claro es que detrás de este hombre existe tesón, constancia, ilusión, imaginación, iniciativa y buena comunicación.

El mismo es el mejor embajador de su cocina y muestra una evolución en el concepto de chef: No son cocineros que emplean su tiempo exclusivamente entre fogones. Las nuevas generaciones estudian, se empapan del entorno, viajan, investigan, crean y contrastan, rectifican y alumbran ilusiones culinarias. Son chefs en formación continua. El resultado podemos verlo no solo en Ferran Adriá, sino en los hermanos Roca, David Muñoz, Ángel León y otros muchos que han  dignificado y elevado el concepto de chef o cocinero.  A veces uno se acerca a su cocina por curiosidad al escucharles, leerles, al ver sus creaciones  tal es el poder comunicativo que tienen, no en vano todos ellos manejan con precisión las tecnologías digitales: twitter, facebook instagram, blogs, webs etc. Detrás de ellos existe un equipo y una metodología para darse a conocer, y para que nos acerquemos a ellos con curiosidad y respecto.Creo que Ángel León lo consigue.

Con su buen hacer de comunicador logra encandilar a la audiencia y crea en el publico el deseo de conocer su restaurante Aponiente pues lo que el nos transmite es la importancia de tener esa experiencia gastronómica y no otra. Me gustó escucharle, analizarlo y por supuesto ahora en mi lista de temas pendientes esta como no, ir a comer a Aponiente. Enhorabuena a este buen comunicador y chef.