Competición de Tartas de Queso
21:03:00
Hace ya cierto tiempo...en la fiesta de despedida de mi querida amiga Danielle, competimos dos aficionados a las tartas de queso. Alberto preparó su receta y yo la mía. Hoy recupero la foto del "empate técnico" y os cuento como la hice. Partiendo de la base de que todas las tartas de queso está buenísimas y la de Alberto lo estaba, os cuento que la mía se hace en frío La base de la tarta la hago mezclando 200 gramos de galletas maría trituradas y 100 gramos de mantequilla. Coloco esta mezcla en la base de un molde redondo desmoldable y la dejo en el horno diez minutos
como máximo.
Aparte voy preparando el resto de mis ingredientes: 200 gramos de queso estilo Philadelphia , 150 ml de nata, una cucharada de esencia de vainilla, 200 gramos de azúcar glass y tres hojas de gelatina.
Dejamos que el queso vaya cogiendo temperatura ambiente y mientras tanto monto la nata. Aparte pongo a remojar tres hojas de gelatina en agua fría. Si queremos que la textura de la tarta sea más solida, podemos poner más hojas. Cuando estén blandas, las diluimos en medio vasito de leche caliente y dejamos que se enfríe.
En un recipiente mezclamos el queso con el azúcar glass mediante movimientos envolventes ayudados de una espátula y cuando este bien mezclado, le añadimos una cucharadita de vainilla.
En este punto de la receta, ya tengo mi base lista, fuera del horno y fría. A la mezcla de queso, incorporo (siempre con movimientos envolventes) la nata montada, y después la gelatina diluida en la leche. Vierto esta mezcla sobre la base de la tarta y la meto en el frigorífico. A mi me gusta dejarla como cinco horas.
Cuando ha pasado este tiempo, se le puede poner cobertura de mermelada de fresa, frambuesa o la que prefiráis. Se sirve demoldada.
Esta tarta me gusta por su textura tipo mousse y por su ligereza (no es nada pesada) pero tiene como inconveniente que hay que meterla en el frigorífico después de diez minutos para que no pierda su textura. La ventaja de esta tarta es que podemos hacerla tan dulce como queramos, añadiendo más azúcar.
Esta es solo una de las infinitas recetas que hay sobre tartas de queso... pero esta es la que más me gusta a mí de momento o hasta que encuentre otra que me sorprenda más.
Aparte voy preparando el resto de mis ingredientes: 200 gramos de queso estilo Philadelphia , 150 ml de nata, una cucharada de esencia de vainilla, 200 gramos de azúcar glass y tres hojas de gelatina.
Dejamos que el queso vaya cogiendo temperatura ambiente y mientras tanto monto la nata. Aparte pongo a remojar tres hojas de gelatina en agua fría. Si queremos que la textura de la tarta sea más solida, podemos poner más hojas. Cuando estén blandas, las diluimos en medio vasito de leche caliente y dejamos que se enfríe.
En un recipiente mezclamos el queso con el azúcar glass mediante movimientos envolventes ayudados de una espátula y cuando este bien mezclado, le añadimos una cucharadita de vainilla.
En este punto de la receta, ya tengo mi base lista, fuera del horno y fría. A la mezcla de queso, incorporo (siempre con movimientos envolventes) la nata montada, y después la gelatina diluida en la leche. Vierto esta mezcla sobre la base de la tarta y la meto en el frigorífico. A mi me gusta dejarla como cinco horas.
Cuando ha pasado este tiempo, se le puede poner cobertura de mermelada de fresa, frambuesa o la que prefiráis. Se sirve demoldada.
Esta tarta me gusta por su textura tipo mousse y por su ligereza (no es nada pesada) pero tiene como inconveniente que hay que meterla en el frigorífico después de diez minutos para que no pierda su textura. La ventaja de esta tarta es que podemos hacerla tan dulce como queramos, añadiendo más azúcar.
Esta es solo una de las infinitas recetas que hay sobre tartas de queso... pero esta es la que más me gusta a mí de momento o hasta que encuentre otra que me sorprenda más.
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